Desmanagement

Me gustaría compartir con vosotros unas interesantes reflexiones que he leído hoy en el suplemento dominical Expansión y Empleo sobre cómo detectar el talento. Para Paco Muro, presidente ejecutivo de Otto Walter, «para perfiles de liderazgo o comerciales se debería considerar más allá del aspecto académico de los candidatos, ya que los que sacan las mejores notas tienen talento del estudio, que no siempre es eficaz en el mundo empresarial. En muchos casos, los mayores talentos para estos aspectos estaban en la tuna, en el equipo de rugby u organizando fiestas, pero como obtenían calificaciones discretas nadie se intereso en detectar y desarrollar estas habilidades. En el campo profesional se necesita talento útil». Comparto estas reflexiones, sobre todo, en el caso de los comerciales.Ccasi ninguno de los que he conocido ha sido un gran estudiante. Suelen ser personas que en la facultad o en el instituto eran los encargados de organizar las fiestas o los equipos deportivos, más preocupados por el filtreo que en los libros y siempre adictos a la cafetería y hábiles en la consecución de apuntes; al final, como los buenos comerciales siempre alcanzaban su objetivo: aprobar.

En el mismo reportaje Juan Carlos Cubeiro, presidente de Eurotalent, define a los desmanagers como «jefes tóxicos» y dice de «representan más de un tercio en España, echan a perder el talento de sus colaboradores, y los buenos líderes, un un 16% en total, lo potencian. Para bien o para mal, el 90% de lo que aprendemos, lo hacemos de nuestro responsable directo». Según estas cifras, si sólo existe un 16% de bunos lideres y aprendemos un 90% de esos jefes ejemplares la cifra de lo que se puede aprender en una empresa española es alarmante y preocupante y, quizá, sea la explicación de nuestra lamentable productividad.